jueves, 22 de agosto de 2013

ANALISIS: La estigmatización presidencial, La ofensiva mediática






La instalación del clima de caos
con el que se intenta desestabilizar
al gobierno


calificado por
los poderes económico-comunicacionales
como de transición,
es ya un hecho de gravedad institucional





Los ataques de
"una crueldad sofisticada"
como lo expresó Horacio González




 



La ofensiva mediática


Contra la Presidente de la Nación,
el último eslabón de una larga cadena
que no libera nada más que desprecio y odio,
de Nelson Castro quien le diagnostico a la Presidente
y desde un set de televisión (?)
el padecimiento del
"síndrome de hybris"


 
Mal que planteado muy superficialmente
aqueja a quienes se acercan excesivamente
al poder y que remite a la tragedia griega






Luego el embate fue continuado por
Jorge Fontevechia 
a través de su columna del diario
Perfil
en la que expresó:

 
"Que la Presidenta enloqueció (?)
se ha convertido en un lugar común"





"Sea o no cierto, la sola creencia
se transforma en un hecho político"



 
 
 


Estas crueles y sumamente nocivas expresiones
confirman la virulencia
de un espeso sector de poder
que ha emprendido una campaña
de descalificación y estigmatización
contra la Presidente Cristina Fernández de Kirchner


– agreguemos a la sucesión episódica de aberraciones
la vulgata machista y retrógrada de Hilda “Chiche” de Duhalde





y la burda operación de Jorge Lanata en donde denunció
un operación de "lavado de dinero" que la Presidente,
por“incapacidad”, declaró en el Boletín Oficial"
(está es quizás la más ramplona pero no menos efectiva ofensa)






Ya hemos reparado
en el poder disciplinador del miedo





La dura batalla entablada
con el poder real del Grupo Clarín S.A
se revela como crucial ante la minimización
que de ella han hecho políticos,
periodistas, empresarios y jueces






Y conforma ya la puesta
en marcha de un golpe institucional
a la democracia


Las fuerzas agrupadas
bajo concepciones neoliberales
y sus poderes fácticos
no tienen ya límites


Vale recordar que ese proceso de deslegitimación de la Presidente
comenzó con la puesta en circulación, a través de los medios del Grupo,
"del clima de crispación"
al que la Presidente nos conducía


Luego siguieron los constantes embates
que hacían referencia a la
"bipolaridad"









de la primera figura política del país
hasta llegar a la misógina tapa de la revista Noticias
"El goce de Cristina"







De allí en adelante, y envalentonados
con el triunfo de Sergio Massa en las PASO
el ataque con intenciones de estigmatización
recrudecieron hasta llegar en la actualida
 a poner en duda la cordura de Cristina Fernández
 

 
Tan antiguo como las estratagemas palaciegas
de declarar mentalmente insano
a un ser para provocar su aislamiento
con la consecuente pérdida de derechos
Horacio González ha dicho que estos ataques
no son planificados en usinas semiológicas
sino en hábiles espacios periodísticos


En esta ya extensa campaña de difamación
y anulación política de la Presidente,
 subyace en la virulencia
de los sucesivos procesos de deslegitimación
y estigmatización que se operan desde la facticidad del poder
contra la figura presidencial


Quizás conformen la génesis
de las prácticas sociales y discursivas
conque el poder económico-comunicacional
intenta disciplinar las diferentes formas de subjetividad
llegando al intento mismo de cancelar,
anular, barrer esas subjetividades,
experiencia que alcanza su grado máximo de perversión
y desprecio por la institucionalidad cuando apelando
a las formas del discurso médico se declara a la Presidente
de padecer “hubris” o alguna una forma de locura




La insania mental de la Presidente
es entonces un hecho político
que pone en riesgo a la República y a las Instituciones
y por ello debe ser depuesta




He allí la trama del golpe
que nos compele a estar realmente preocupados
y a ejercer el derecho soberano,
que la Constitución provee,
de legítima defensa del sistema democrático nacional


Y que esto no lleve a erróneas interpretaciones
de viejas metodologías de defensa
a través de prácticas violentas
sino a un estado de alerta,
de movilización,
de respuestas duras e inteligentes
ante cada nuevo ataque a figuras emblemáticas
de la institucionalidad que de forma directa
se convierten en un ataque a la gobernabilidad
y a la democracia que en pocos meses
cumplirá un ciclo de treinta años
de vigencia ininterrumpida

 


Esta es la gravedad de la hora

De nuestra acción colectiva y de nuestras férreas
pero inteligentes respuestas depende
el futuro democrático de la Nación




Conrado Yasenza

Periodista. Dtor. de la
Revista La Tecl@ Eñe 




agencia paco urondo








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