miércoles, 21 de agosto de 2013

Leon Trotski: el salto del reino de la necesidad al reino de la libertad



 
 
Leon Trotski
Revolucionario ruso
 
 
Participó desde joven
en la oposición clandestina
contra el régimen autocrático de los zares,
organizando una
Liga Obrera del Sur de Rusia
(1897)
 
 
 
 
Fue detenido varias veces y desterrado a Siberia;
pero consiguió huir de allí en 1902 y se unió en Londres
al que ya aparecía como jefe de la oposición en el exilio
Vladimir Lenin
 



 
 
 
Regresó a Rusia para participar en la Revolución de 1905
(en la cual organizó el primer sóviet o consejo revolucionario)
 
Al fracasar la revolución, fue deportado otra vez a Siberia
y nuevamente se escapó (1906)
 
Tras recorrer medio mundo entrando
en contacto con los focos de conspiradores revolucionarios,
se trasladó a Rusia en cuanto estalló
la Revolución de febrero de 1917,
que derrocó a Nicolás II

Abandonando su trayectoria anterior de socialista independiente
(en relación con los mencheviques),
puso su talento de organizador y de agitador al servicio
del Partido Bolchevique y fue elegido presidente del Sóviet de Petrogrado
 
 
 
 
 
 
Desempeñó un papel central 
en la conquista del poder por Lenin: 
fue el principal responsable de la toma
del Palacio de Invierno por los bolcheviques,
que instauró el régimen comunista en Rusia
(Revolución de octubre de 1917)

Aunque Lenin ocupó la cúspide del poder,
Trotski desempeñó un papel crucial en el gobierno soviético
hasta la muerte de aquél
 
 
Como primer comisario de Asuntos Exteriores
de la Rusia bolchevique (1917-18),
negoció con los alemanes la Paz de Brest-Litovsk,
que retiró al país de la Primera Guerra Mundial
para responder a los deseos de paz de las masas
y concentrarse en la consolidación de la Revolución
 
 
 
 
Luego fue comisario de Guerra (1918-25),
cargo desde el cual organizó el Ejército Rojo
en condiciones muy difíciles y derrotó
en una larga guerra civil a los llamados ejércitos blancos
(contrarrevolucionarios) y a sus aliados occidentales (1918-20)
 
Su labor fue, por tanto, crucial para la supervivencia
del primer Estado comunista del mundo
 



Lenin le señaló como su sucesor antes de morir en 1924
 
pero la ambición de Stalin, que contaba
con fuertes apoyos en el aparato del partido,
le impidió acceder al poder
 
Trotski defendía la idea de la
«revolución permanente»
como vía de realización de los ideales marxista-leninistas
(extendiendo gradualmente la Revolución a Alemania y a otros países);
mientras que Stalin le opuso la concepción
más conservadora de consolidar el
«socialismo en un solo país»
 
 
Las diferencias ideológicas, sin embargo,
eran poco más que un pretexto para Stalin,
que maniobró hábilmente en busca de aliados
y después se deshizo de ellos (incluso físicamente);
 
con estas maniobras consiguió apartar a Trotski
de la dirección en 1925, expulsarle del partido en 1927,
deportarle a Kazajistán en 1928 y desterrarle del país en 1929
 
 
Trotski no cejó en su lucha revolucionaria,
que canalizó desde el exilio escribiendo
en defensa de sus ideas, obras como
 
 
 
 
La revolución permanente
1930
 
 
 
Historia de la Revolución Rusa
1932
 
y encabezando una corriente comunista disidente
(agrupada en la Cuarta Internacional desde 1938)
 
 
 
Fué asesinado por un agente soviético,
Ramón Mercader


7 de noviembre de 1879 - 21 de agosto de 1940






HOMENAJE
 
 
espacio abierto
 
 
 
 







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