sábado, 10 de agosto de 2013

León Ferrari: "en esa Babel que todos hacen sin entenderse"




Hacer formas puras
como una verdad
 


Hacer cosas confusas,
intrincadas, escondidas,
dentro de un espacio simple,
como un dibujo en un rectángulo de papel,
en un prisma de aire, en un cilindro;


hacer cosas interiores,
el contenido de un cuerpo,
lo que se oculta bajo una piel,
la confusión de los huesos
y la sangre y los pensamientos;




hacer formas puras como una verdad
pero tacharla, retorcerla,
matarla con otra verdad
y con otra cada vez más inestable,
insegura;


poner un cubo brillante en un día feliz
y esconderlo con los terrores,
el aburrimiento y las borracheras;


hacer la estratificación de nuestras sensaciones,
de nuestros recuerdos, pero tomarlos en su origen
y taparlos con otros días, semanas;






que no se entienda nada;


que no se encuentre aislada
y limpia alguna miseria
o algún amor o alguna forma clara,
hacer este cuerpo lentamente,
minuciosamente, 
un viejo olivo, un hormiguero,
hacerlo de adentro para afuera,


sumarle convicciones simples
que nos parecieron eternas
y enredarlas con las negaciones,
y las dudas, la incomunicación


Usar cualquier material y cualquier escuela,
una recta pulida, un pedazo de Altamira,
un caño de plomo, una pesadilla


Empezar este trabajo cuando uno nace,
clavar cuatro estacas como límites
y allí todos los días ir tejiendo nuestra vida,
convertirla en un volumen, sin sacar nunca nada,
ninguna de esas primeras formas que nos apasionaron,
geniales, y que ahora escondemos;




no sacar nada,
ninguna de las cosas repugnantes 
que pusimos ayer muy satisfechos,
dejarlas allí a todas y colocar a su lado
las formas maravillosas que
se me están ocurriendo ahora;


no tener miedo, no pensar en la unidad;
hacer la no unidad,
o no pensar en eso
 ni siquiera plantearlo;


aprovechar los cambios de nuestra sensibilidad,
las idas y las vueltas desde el nacimiento a la muerte,
y dejarlas allí,
como si fuera hecho por otro


Como si fuera hecho por varios hombres;
o mejor, hacerlo entre varios:
diez o quince mujeres y hombres gesticulando
y girando en torno de esta torre de Babel
mientras cada uno agrega su invento,


ese día de su vida,
sin escuchar a nadie
y enredándose con los figurativos,
los concretos, los surrealistas,
los informalistas y los pop,
con los ingenuos y los angustiados,
los felices y los moribundos,
cada uno con su verdad,
segura y universal
tratando de meterla allí adentro,


en esa Babel que todos
hacen sin entenderse






Esta es la presentación autobiográfica
que León Ferrari escribió para acompañar
a la foto de arriba,
tomada por el fotógrafo Sameer Makarius
en 1964 en su proyecto Retratos,
publicado en libro por Vasari en 2007


HOMENAJE


espacio abierto








No hay comentarios:

Publicar un comentario