lunes, 9 de septiembre de 2013

Miguel FitzGerald: "Malvinas: hoy fueron ocupadas"



 
 
 Un aviador argentino y su aventura
en las islas Malvinas reivindicando
por 15 minutos nuestra soberanía

Miguel FitzGerald 
 
voló a las islas Malvinas
plantó la bandera nacional
piloteando un Cessna,

 8 de septiembre de 1964
y ese mismo día él cumplía 38 años

dejó una proclama y regresó
 
 
La nota que les dejó, decía:
"Yo, Miguel Fitzgerald,
con todo el derecho que me da
ser ciudadano argentino,
les exigo que se retiren
de las Islas Malvinas"
 


 

Miguel FitzGerald
había hecho dos años antes otra hazaña,
un vuelo a Nueva York sin escalas
 


 
“¡Más de 22 horas de vuelo
para que me recuerden por esos 15 minutos!”
y se reía con satisfacción
 
 
Al menos por la forma en que lo cuenta,
pareciera que aterrizar en las islas Malvinas en l964,
difundir una proclama y plantar una bandera argentina
en ese suelo fue una ocurrencia que tuvo.

Va desgranando paso a paso esa historia tan familiarizada con él,
que una primera impresión puede hacerle a uno pensar que Miguel
no le da demasiada importancia,
que hizo algo que creía que debía hacerse, y ya
 
Sandra Russo, Página/12, 09/09/06
 
 
 
 
 
 
Ser piloto civil, dice, es una vocación
"Ya a los seis años tenía esa chifladura"

A los 16 voló planeadores y a los 20 aviones con motor.
Trabajó en Aerolíneas, hizo fotografía aérea, taxi aéreo, remolque de carteles
 
"Menos fumigación y contrabando, hice de todo"
Ese año, 1964, Malvinas estaba en la agenda de la ONU

No por iniciativa del gobierno argentino,
sino por decisión de la Asamblea,
se iba a tratar el tema de las colonias en América
 
Y en los hangares del país, en las charlas entre pilotos,
aparecía y reaparecía un sueño:
mandarse, plantar bandera
 
Miguel decidió que lo haría
 
 
 

Un amigo suyo trabajaba en La Razón
y averiguó si al diario le interesaba la cobertura
 
A Miguel a su vez le interesaba la difusión,
porque podía ser sancionado por la Fuerza Aérea
con una suspensión severa

El viejo Félix Laiño
(editor del diario de los Peralta Ramos)
no se interesó para nada
 
 
Pero acababa de salir otro diario,
Crónica, y a su joven director se le subió ese viaje a la cabeza
 
"Me ofreció el avión, la nafta, los gastos,
si viajaba conmigo un fotógrafo del diario
Pero ese viaje era mío
Yo solamente quería que me hicieran
una nota cuando volviera, para cubrirme"

El Cessna se lo prestó finalmente Siro Comi,
el presidente del Aeroclub de Monte Grande,
que era representante de esa marca de aviones
 

Fue redactada la proclama que reivindicaba
a las islas como argentinas,
y Miguel partió rumbo a Río Gallegos,
hacia su hazaña personal

 

En Río Gallegos, su pista de despegue
fue la del Aeroclub, que no tenía torre de control
monitoreada por la Fuerza Aérea
Y se mandó

"Yo salgo de Gallegos, vuelo mar adentro,
a las tres horas y quince minutos veo el archipiélago
 
Desde arriba se ve un rectángulo como de cien islas e islotes
 
 
 
 
Voy diciendo ‘operación normal’, y en Gallegos
hay gente que entiende lo que digo
 
Cuando sobrevuelo el archipiélago,
una capa muy densa de nubes me impide ver
 
No puedo zambullirme entre las nubes,
porque en alguna parte de ese rectángulo
hay un cerro de seiscientos metros de altura
 
Espero un claro, lo veo y me lanzó hacia debajo de la capa de nubes,
identifico Puerto Stanley, busco la pista de cuadreras, y aterrizo
 
Me bajo del avión, saco la Bandera
y la cuelgo del enrejado de la cancha
 
Viene un hombre de los que se habían juntado a ver el aterrizaje
 
Me pregunta si necesito combustible
 No se le ocurre que soy argentino
 
Le doy la proclama y le digo:
‘Tome, entréguele esto a su gobernador’
 
Me subo al avión y vuelvo a Gallegos
Habré estado en Malvinas unos quince minutos"

Cuando llegó a Río Gallegos,
Héctor Ricardo García, el director de Crónica,
empezó a jugar su papel. Crónica tenía la primicia
 
El título en letra catástrofe fue
 
 
 
 

Ese día, 8 de septiembre de l964,
no se habló de otra cosa
 
La Razón registró uno de los días
de más bajas ventas de su historia
 
Su competidor llamó la atención e inauguró un estilo periodístico

Al volver a Buenos Aires, en Aeroparque,
los muchachos de Tacuara esperaban a Miguel

Lo subieron a un jeep y lo llevaron a dar vueltas
por la ciudad como a un héroe
 
Ese recibimiento y el festejo popular impidieron a la Fuerza Aérea
suspender la matrícula de piloto de Miguel:
fue solamente apercibido

 
 
 
 
 
 
 
 
 El 25 de noviembre de 2010,
inició su último gran viaje
 
 
HOMENAJE
 
 
espacio abierto
 
 
 
 
 
 
 
 

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