lunes, 9 de septiembre de 2013

La mejora del tejido productivo y el proceso de reindustrialización



 
 
 
La conmemoración del Día de la Industria
encuentra a empresarios y trabajadores
 
en una situación inimaginable once años atrás,
cuando la economía argentina atravesaba
la más profunda de sus crisis
 
El proceso de reindustrialización
iniciado en 2003
reconfiguró el tejido productivo,
posicionando a la industria
como dinamizadora
de la producción y el empleo
 
 
 
 
La recuperación estuvo estimulada
por un tipo de cambio competitivo
y una activa política industrial y comercial
que incentivó un proceso de sustitución de importaciones
en sectores intensivos en mano de obra e impulsó
la creación de nuevas firmas orientadas a la exportación
 
 

También se observaron incrementos en la productividad industrial
en la última década, en un proceso de creación de empleo
y recomposición salarial, a diferencia de lo que ocurría en los ’90
 
 
 
 
Las exportaciones industriales,
con los precios de los commodities en valores máximos históricos,
se expandieron a un ritmo mayor que los productos primarios,
redundando en una creciente participación de los productos industriales
en la canasta exportadora
 
Ese comportamiento fue a contramano
de la reprimarización de las exportaciones que experimentaron
muchos países de América latina
 
Sin embargo, para profundizar el proceso de reindustrialización,
que es médula del programa del proyecto político
que conduce la Argentina, cabe delinear algunos desafíos
que el sector presenta de cara al futuro:
 
 
 
 
Reducción de la brecha tecnológica
 
con la frontera internacional y descenso del déficit comercial
en los bienes intensivos en tecnología:
 
La participación del equipo durable importado
como porcentaje de la inversión bruta fija sigue siendo muy elevada
 
 
 
 
La insuficiente sofisticación tecnológica en sectores
de mayor valor agregado con alto componente tecnológico
acarrea un déficit de divisas en maquinarias y equipo, partes y piezas
 bienes diferenciados de mayor valor agregado
(calzado, prendas, medicamentos) y aun en sectores con falta
de una integración complementaria (autopartes, maquinaria agrícola)
 
La alta correlación entre el ciclo económico
y las importaciones tecnológicas
desmejora la posición comercial,
poniendo de relieve la necesidad de acelerar
el proceso de sustitución de importaciones
que revierta una estructura industrial con fuerte dependencia
de insumos de alto valor agregado
 
 
 
Competitividad
 
El 59 por ciento del valor agregado industrial
lo generan las industrias intensivas en recursos naturales
que muestran robustos superávit comerciales
en base a ventajas comparativas
 
 
 
 
También otras cadenas de valor como el cuero, curtiembre, aluminio,
hierro y acero mejoraron su participación en el mercado internacional
 
Sin embargo dichas cadenas siguen estando asociadas
a etapas primarias de elaboración más
que con fases de mayor valor agregado
 
 
 
Desarrollo de actividades
con potencialidades sectoriales
 
El proceso de destrucción del tejido industrial
bajo regímenes económicos de apertura indiscriminada
y tipo de cambio atrasado dejó huellas
 
La necesidad de un sistema de proveedores locales
que se vinculen con sectores de alta intensidad tecnológica
habla de potencialidades para sustituir importaciones
en cadenas generadoras de conocimiento técnico
 
 
 
 
Para ello las firmas deben buscar eslabonamientos
que permitan trasladar conocimientos
científico-técnicos a lo largo de la cadena
 
Un plan tendiente a consolidar e impulsar sectores
con capacidades potenciales no desarrolladas
va de la mano con la profundización del proceso
de sustitución de importaciones
iniciado con el modelo económico vigente
 
 
Y aquí el rol del Estado,
como conductor de toda
política de desarrollo,
es crucial
 
 
 


Se debe profundizar la integración
con sectores industriales estratégicos de innovación tecnológica y técnica,
con la mirada en la inserción internacional y la diversificación
de mercados de destino, generando divisas genuinas para la economía
 
 
 
 
 
Es imperioso consolidar
la robustez del mercado interno
 
 
Sostener la ampliación
de la capacidad instalada
 
 
Orientar la generación de capacidades tecnológicas
y los procesos de aprendizaje a nivel local
que permita a la industria posicionarse
con productos de alto grado de innovación
y valor agregado, competitivas
 
 
 
Con mayor productividad,
más y mejor empleo,
más y mejores salarios
 
 
 
 
Emiliano Colombo
 
Economista
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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