“El Estado y la Revolución”
Lenín escribe a propósito del fuerte debate
en el seno de las distintas fuerzas de izquierda
acontecido en la europa del principios del siglo XX,
que Federico Engels señala en su libro
“El origen de la familia, la propiedad y el estado”
“El estado no es de ningún modo un poder impuesto desde afuera;
tampoco es la realidad de la idea moral, la imagen y la realidad de la razón,
como afirma Hegel
Es más bien un producto de la sociedad
en una etapa determinada de desarrollo
es la admisión de que la sociedad se ha enredado
en una contradicción insoluble consigo misma,
que se ha dividido en antagonismo inconciliables,
que es incapaz de eliminar”
Si bien esta hipótesis, en uno de los textos más claros y precisos de Lenin,
tiene un grado de desarrollo mayor, la misma interesa a los fines de interpretar
en qué medida el estado argentino, que viene siendo disputado desde 2003
a esta parte, atraviesa un proceso de esa naturaleza
Y cuando este cronista
sostiene que viene siendo disputado,
entendía que el desarrollo de esa lucha continúa
y se extiende al interior del mismo
porque no ha sido debidamente saldada
Esto reafirma dos cuestiones centrales de ese debate histórico
entre Lenin y la Socialdemocracia Alemana
Primero:
que el estado no está por arriba de esas contradicciones
y no es el ámbito de conciliación de esas confrontaciones
en el orden de lo político y económico, como lo entendía incluso Engels
Segundo
que el estado, como lo sostenía Marx,
“es un órgano de dominación de clase”
Si este artículo sostiene que esa disputa no ha sido debidamente saldada,
es porque el panorma de la política nacional y provincial
está dando muestras de que
las contradicciones tienden a agudizarse
El debate sobre la seguridad, la edad de imputabilidad de los menores,
entre otros asuntos, es la cara más visible de esas diferencias irresueltas
En el plano económico ha ocurrido lo mismo durante la fuerte confrontación
que el gobierno nacional mantuvo en 2008 con los sectores rurales
o en las definiciones sobre la política económica nacional
La presidenta Cristina Fernández ha declarado
en reiteradas oportunidades que el gobierno
“no es un gobierno neutral”
dando signos de que aquellas definiciones políticas que tomaría
en temas centrales como la distribución del ingreso,
estarían orientadas a atender las demandas de los trabajadores
(el sostenimiento del consumo, es una clave)
Sin embargo, el proceso político
ha comenzado a dar señales
de que aquellos sectores que pugnan
por acceder a los principales resortes
del estado no están inmovilizados
Muy por el contrario, el grado de actividad
que han logrado les ha permitido recuperar la escena
y poner en discusión que esa disputa sigue abierta
Acceder a ese instrumento, que Marx consideraba indispensable
para la consagración de otro tipo de sociedad, resulta imprescindible
para que los grupos económicos y sus voceros desalienten los logros
que en materia de derechos civíles, económicos y políticos
fueron alcanzados hasta el momento
La posibilidad del ascenso al poder de esas facciones,
confirmaría la tesis de Marx que da cuenta de que
“el estado es un organo de dominación de clase”
Si ello es así, y se produce lo que
muchos analistas señalan como una “fuga por derecha”,
al campo popular le quedará el camino de su reconstrucción al calor
de lo que Michel Foucault denominó la
“microfísica, o la capilaridad del poder”
Docente Universitario
(Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP)
No hay comentarios:
Publicar un comentario