jueves, 26 de septiembre de 2013

El incidente del equinoccio de otoño: la pesadilla nuclear que no fue



 La Historia de la Humanidad
está llena de hombres que iniciaron guerras,
pero poco se habla de aquellos  que las evitaron
 
 
El 25 de septiembre de 1983 pudo ser el día del fin de la vida en la Tierra
 
La Guerra Fría estaba en su Máximo apogeo
y la tensión entre EEUU y la URSS era si cabe aun más grande,
tras el derribo de un avión civil surcoreano por parte de cazas soviéticos,
con algunos americanos a bordo, y con un balance de 269 muertos
 
 
 
 
 
 
En ese contexto, Stanislav Petrov,
teniente coronel de la Fuerza de misiles estratégico del Ejercito ruso,
se encontraba al mando del bunker Serpukhov-15 en Moscu,
desde donde se monitorizaban los cielos soviéticos
 
 
El protocolo
 
indicaba que sí se registraba una amenaza
en forma de misil nuclear hacia posiciones de la URSS,
el oficial al mando debía inmediatamente ordenar
un primer contraataque contra suelo norteamericano
e informar a las autoridades
 
Esa noche se hizo realidad
 
El ordenador captó lo que identificó
como un misil militar
lanzado desde EEUU con dirección a Moscú
 
Petrov estaba sustituyendo a un compañero esa noche,
pero tuvo que hacer frente al incidente
 
   

A pesar de la alarma que se apoderó del bunker,
su primera reacción fue de escepticismo

Si EE UU decidía lanzar un ataque,
era poco probable
que lo hiciera con un solo misil
y dando la oportunidad
al enemigo de responder





Podía ser un error informático,
-el radar ya había fallado antes-
así que ordenó suspender la alarma
que hubiera lanzado el contraataque y esperar


Pero minutos después,
el ordenador informó de un segundo misil,
luego de un tercero, un cuarto y un quinto


Petrov seguía teniendo dudas,
pero la presión para que respondiera alcanzó límites extremos

Podía elegir entre seguir su instinto
que le indicaba que se trataba de un error,
asumiendo que si se equivocaba podían morir millones de rusos,
o lanzar la respuesta nuclear hacia suelo americano
que ordenaba el protocolo estratégico

Optó por lo primero, y cuando pasaron los minutos
y fue evidente que había tenido razón,

se dieron cuenta
de que posiblemente habían evitado
la tercera guerra mundial
y un posible holocausto nuclear





"Los jefes que llegaron de inmediato al puesto de mando

empezaron a preguntarme por qué no había escrito
todo en mi diario de combate
Pero ¿cómo podía escribir si tenía en una mano el teléfono
para hablar con los jefes y en la otra el micrófono
para dar las órdenes a mis subordinados?»

Petrov fue expulsado del Ejército soviético
como castigo y sufrió una crisis nerviosa
que le obligó a recibir atención psiquiátrica



En el documental
«El botón rojo y el hombre que salvó el mundo»
 
(2008) Petrov afirma:
«Todo lo que pasó no me concernía, era mi trabajo
Estaba simplemente haciendo mi trabajo
y fui la persona correcta en el momento apropiado, eso es todo
Mi esposa estuvo diez años sin saber nada del asunto
'¿Pero qué hiciste?', 
 me preguntó
'No hice nada'»

La investigación

Reveló que el error se debió a un rarísimo alineamiento
de rayos solares y nubes que los ordenadores interpretaron como un misil

Petrov sin saberlo había salvado al mundo

pero para sus superiores militares
había desobedecido
el protocolo de seguridad
poniendo en riesgo a sus compatriotas

Además había dejado en mal lugar al sistema

Mantuvieron el incidente en secreto hasta 1998

Años después cuando por fin se conoció la historia,
Stanislav Petrov recibió reconocimientos y homenajes incluso de la ONU




Aunque algunos documentos rusos aseguran que nunca
un solo hombre podía haber lanzado los misiles,
la mayoría de expertos en la Guerra Fría considera que el incidente
de septiembre de 1983, por el contexto del momento,
el paroxismo existente y los detalles de la situación,
fue el instante en el que el mundo
estuvo más cerca que nunca de la guerra nuclear



Sin embargo un hombre, Petrov, evito el holocausto nuclear
que probablemente hubiera acabado con la vida en este planeta

Muchos hoy lo consideran uno de los más grandes de la historia,
o por lo menos el mayor héroe de la historia moderna

El incidente se conoce con el nombre de Equinoccio de Otoño,
y tuvo lugar el 26 de septiembre de 1983 en Rusia

Al ser preguntado por que no había dado la alerta, Petrov contesto


"La gente no empieza
una guerra nuclear con solo cinco misiles"




http://www.abc.es/20120926/archivo/abci-incidente-equinoccio-otono-pesadilla-201209261530.html 





 
 
 

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