El sistema mediático
nos introduce permanentemente
en discusiones banales
para crear espuma
y que se pierdan de vista
los grandes problemas
que deben enfrentarse
En ese marco, Lanata, el Grosero,
En ese marco, Lanata, el Grosero,
es un modelo particularmente burdo
Afín a un público que mira la política con la misma frivolidad
y la misma estupidez que encara la vida;
esa oportunidad única que se les va yendo
Mientras usan las horas en juntar plata, mirar televisión, comer bien,
algún viajecito, si se puede a Europa, aunque el analfabetismo cultural
les impida gozar de algo más que sacar fotos
y visitar lugares sin entender nada
Pero hay otros más sutiles,
en el mundo periodístico,
con el mismo fin:
embarrar la cancha,
meternos en comidillas
y chusmeríos de todo tipo,
fundamentalmente alimentar prejuicios
En suma, impedir que hablemos de aquellos asuntos
en que se juega nuestro destino
Visto como conjunto, cabe decir que todo esto,
particularmente en el ámbito de la televisión privada,
responde a esa regla
Dicho en una fórmula, ellos trabajan incentivando el prejuicio,
la irracionalidad y el miedo
De este lado, es nuestra tarea apostar al juicio,
a la capacidad racional, a la coherencia,
a una visión aguda y realista de los problemas,
que excluye desde el vamos la venta de espejitos
Pero es necesario señalar la espuma y su propósito, sin ignorarla
Si una porción de argentinos es seducida por
“Periodismo para todos”
algo debemos hacer al respecto
Una cosa es ir al fondo, no obstante,
Una cosa es ir al fondo, no obstante,
desnudar el mecanismo embrutecedor del programa y otra,
muy distinta, darle a Lanata la entidad que no tiene,
y que la tropa de cibernautas que apoya al gobierno intente
contrarrestar el efecto sobre la audiencia en el terreno del Grosero,
haciéndole el juego y atribuyéndole una condición de contendor válido
O hablar de “seguridad”, para competir con Massa
y de “diálogo” si lidiamos con enanos fascistas disfrazados de “tolerantes”
No aludimos a un problema menor
Volvemos al fondo con las monsergas sobre “la intolerancia”,
donde la frivolidad intelectual está al servicio, como siempre,
del oscurecimiento de lo sustancial
Cegándonos con espuma, la argentina tradicional y su
“ala popular”, incluida “su” ala “izquierda”,
para frivolizar temas y denunciar
“el capitalismo y el entreguismo”
Socava el respaldo que un poder popular precisa obtener,
para lidiar con enemigos tan poderosas
Impedir la clarificación del sentido de las disputas
es un arma eficaz cuando los motivos reales son impresentables,
como lo prueban las denuncias sobre el “gas sarín”,
para marear a los estadounidenses y justificar el alevoso ataque a Siria
Es natural que esto ocurra. Como decía Menem,
“si contás lo que vas a hacer, nadie te vota”
Para nosotros la situación
se plantea justamente a la inversa:
la claridad sumará a todos los afectados
por la rapiña de los sectores dominantes
A nosotros, sólo la conciencia
y la participación nos hará libres
El mejor medio es alentar la democratización
en todos los estamentos,
con presencia creciente del control popular
con presencia creciente del control popular
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