Los dilemas en la vanguardia bolivariana
sobre su futuro como movimientos y gobierno
Desde finales del año 2011 comenzó
a reflexionar y reorganizarse
en términos políticos e ideológicos
Se intensificó y adoptó
formas más definidas
en la exacta medida que al líder
se le extinguía la vida
Una señal cualitativa de esa vanguardia
es la sensación de que en ella latía, late,
esa franja de centenas de miles de militantes latinoamericanos,
estadounidenses, árabes y europeos, que conforman
lo que se ha dado en llamar como “nueva izquierda”
Tres condiciones determinan este debate
Una, es la compleja y traumática transición gubernamental
entre el sistema político estructurado alrededor
del Comandante-Presidente,
y el nuevo, con Maduro al frente,
definido por lo opuesto:
la colegiación de factores de poder
bajo una gobernabilidad nueva
como se definió en el libro
Chavismo sin Chávez
La lucha del poder en la transición
(Bs As, abril 2013)
Una segunda condición es la nueva agresividad
de la derecha interna y el Departamento de Estado
para desplazar al chavismo
La tercera, atornillada en la conciencia del pueblo y la vanguardia,
es la convicción de que la burguesía no debe ingresar al gobierno,
tal como lo dijo Chávez y confirmó el propio Maduro:
“Ninguno de los que hemos ratificado o designado
pertenece a ningún grupo económico de la burguesía,
son hombres y mujeres de la calle,
de su familia, hombres y mujeres de a pie”
Un primer salto en su desarrollo fue en diciembre de 2012,
cuando la fatalidad se convirtió en inexorable, y meses más tarde,
en abril reciente, cuando la compleja realidad electoral
latigueó al pueblo chavista y a su gobierno
Las manifestaciones fueron múltiples en esos casi 18 meses
entre las bases y las organizaciones
Esa variedad en reacciones indicaba los distintos niveles
de comprensión política del sorprendente cambio
anunciado por el tratamiento sucesivo de la enfermedad, en La Habana,
y su despedida final aquel 8 de diciembre cuando la sombra de la muerte
despejó las dudas que aún quedaban en el movimiento
El más interesante resultado de ese recorrido
de casi año y medio de reacomodamiento, apareció en 2013,
en plena campaña electoral para la presidencia de Nicolás Maduro
Casi un centenar de los más reconocidos intelectuales chavistas,
varios jefes militares retirados, académicos prestigiosos,
cuadros sindicales y jóvenes militantes,
y algunos funcionarios de gobierno,
se reunieron en el Parque Central de la capital
y fundaron para apoyar a Nicolás Maduro
La Plataforma Patria Socialista
Una mirada superficial al acontecimiento, que el evento y la agrupación
sólo servía de apoyo electoral al candidato-heredero,
sin advertir la profundidad de la señal manifestada
La Plataforma
es la principal señal
de maduración político
en el proceso revolucionario
que vive Venezuela
“Nos juntamos para defender las conquistas logradas
a lo largo de estos años de intensa e infatigable lucha,
nos unimos para complementar capacidades y recursos
en función de contribuir al triunfo democrático de Nicolás Maduro”
afirmó el economista Víctor Álvarez, ex Ministro y uno de los organizadores
Se realizaron foros y actos en la Capital y siete Estados del interior
y publicaron en la página web Aporrea una planilla de registro,
todos con los dos objetivos:
militar a favor del triunfo del candidato del chavismo
y sostener como base programática dos documentos de alta densidad ideológica:
el Programa Nacional de Desarrollo/Transición al Socialismo,
con el que Hugo Chávez ganó las elecciones de octubre,
y el documento público conocido bajo el nombre de Golpe de Timón,
que fue el angustioso último texto de su Consejo de Ministros
En ambos está contenida la identidad del movimiento,
base de su relación con el gobierno de Maduro
y de lo que comprenden como el piso desde el cual el proceso
y el gobierno deben profundizarse para hacerse más anticapitalistas,
más antiburocráticos y más antiimperialistas
A este punto de inteligente comprensión teórica-política
y búsqueda organizacional de lo que pasa en Venezuela,
no se llegó por casualidad
Sobre la experiencia acumulada
desde el Caracazo,
pasando por la rebelión militar de 1992
y los 14 años de gobierno,
se ha desarrollado un complejo
y novedoso poder popular
Aunque no se ha elevado
en términos institucionales,
se basa en una potencia social expresada
en luchas laborales diversas en el campo,
la ciudad, en los barrios por servicios,
y en la participación militantes
en varias Misiones y programas de gobierno
Las designaciones de los militantes revolucionarios
como miembros del gobierno, reflejan la potencia social de ese poder popular
Igual que la fórmula
“Gobierno de calle”
y el combate a la corrupción y la delincuencia,
con los que ha comenzado el gobierno
Desde fines de 2012 aparecieron en Aporrea y otro medios bolivarianos,
más de 500 artículos de opinión y crítica sobre la transición
y el crudo retroceso electoral del chavismo
Hay signos subjetivos
de alto valor político poco registrados
Cuando la gente chavista de base grita en las calles
“Ahora todos somos Chávez”
hace, sin saberlo, una traslación gramsciana
del poder individualizado del líder carismático
al pueblo-masa asumiéndose protagonista
de su propio proceso
Este pletórico debate en la vanguardia venezolana,
no tiene uniformidad ideológica ni una forma única
de manifestarse en organismo
Lo sorprendente es que haya aparecido
sin quiebre del chavismo
Tiene dos banderas:
la masiva conciencia antiburocrática y anticorrupción,
una conquista ideológica del movimiento
Modesto E. Guerrero
espacio abierto
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