jueves, 17 de octubre de 2013

Los Medios, la dirigencia política y su comportamiento suicida





El truco consiste
en difundir información
que perjudique al oponente

 
Para provocar un daño aceptable
basta con que la acusación resulte verosímil,
no necesariamente que el dato sea veraz
 
 
 
 
El riesgo, en ese caso, es que el electorado descubra la treta
y penalice en las urnas al que intentó venderle gato por liebre
 
Por el filo entre verdad y verosimilitud transita la manipulación,
es decir, tomar un hecho cierto que, en crudo, puede resultar menor
 
 
Pero que debidamente ornamentado
puede derivar en tremendo escándalo
 
 
 
Para que esto ocurra, claro está, es necesario contar
con la complicidad de los medios de comunicación,
que le terminan de dar el certificado de calidad
que la información requiere para ser consumida por la audiencia
 
 
Cuánto más potencia
tenga el medio difusor
y cúanto más lo repita
 
mayor impacto
tendrá la operación
 y mayor será el daño
 
 
 
La alegría 
con la que la dirigencia política
 
participa de estos operativos
tiene algo de comportamiento suicida
 
Las campañas sucias son la lepra de la política
 
 
 
 
Empieza afectando a uno,
pero termina contagiando a todos los dirigentes
cuando presenta a la política, como:
 
 
 
 
una actividad corrupta,
repleta de vicios y perversidades,
cuya única meta es obtener rédito personal
en nombre y a expensas del bien común
 
 
 
Eso es lo que quedará,
al final del camino, del
“affaire Cabandié”
 
la sospecha de que la política
sigue siendo
 
abusos de poder,
tráfico de influencias y corruptelas
 
 
 
 
Quienes odian el avance que ha experimentado
la conciencia política en la población
durante la última década,
deben haber celebrado a lo grande esta semana:
 
 
nada beneficia más
a las corporaciones
que el desprestigio
de los dirigentes políticos
 
 
A los dueños del poder y del dinero
nunca les fue mejor,
 que cuando se logró instalar en la sociedad 
la certeza de que:
 
 
 
 
 
“los políticos son todos iguales”
O peor: que ninguno vale nada


Las dictaduras y la depredación
de la década menemista
fueron consecuencia directa
de la despolitización de la sociedad
 
La destrucción del tejido social
que benefició a los sectores
concentrados de la economía
 
no habría sido posible
si los argentinos no hubiesen aceptado
transferir el poder a manos privadas,
destruyendo al Estado,
la única entidad capaz de arbitrar
entre las necesidades del pueblo
y la voracidad de los dueños del capital
 
 
Los políticos que contribuyen
a sembrar campañas sucias
 
deben saber que son cómplices
de su propia demonización
 
 
 
 
Se debilitan
frente a la sociedad
 
y quedan expuestos
a las corporaciones como Clarín,
 
a las que terminan
venerando con terror
 

Hasta no hace mucho,
entre la dirigencia política cundía la idea
de que ninguno de ellos soportaría
más de cuatro tapas negativas del Grupo
 
 
 
Néstor y Cristina Kirchner
desafiaron esa máxima,
 
pero el fantasma se mantiene
 
 
Sobre todo en tiempos de campaña,
donde los candidatos
buscan seducir a los medios
 
sin darse cuenta que en el futuro
serán rehenes de estos grupos
 
 
 
 
Rehén: definición
Diccionario Manual de la Lengua Española

Persona detenida o encerrada
con el fin de garantizar
la seguridad de un pacto o tratado,
 
para obligar a alguien a obedecer
una petición o a cumplir unas condiciones





 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario