domingo, 1 de septiembre de 2013

Hace 500 años: Nada Cambió, Entre el génesis y el Apocalipsis



 
 
Incalculables por invisibles,
se estima que unas 70 tribus aisladas
habitan la cuenca amazónica del Brasil
 
Milenarios
desnudos, intactos, temidos y temerosos,
rechazan la civilización mientras el gobierno
evita contactarlos por su propio bien

 
Todavía le quedan al planeta regiones ignotas
con pueblos desconocidos y ocultos en un tiempo fuera del tiempo

 
 
 
 
 
La India, Australia y África tienen zonas inexploradas
donde vieron o dicen que hay pueblos no contactados
 
Los sentineleses de las islas Andamán, cerca de la India,
en el océano Índico, llevan allí unos 60 mil años
sin querer ni saber de nuestra civilización
 
 
 
 
Se cree que descienden directamente
de los primeros humanos salidos del África
 
 
El remoto islote que habitan estuvo
en la ruta de colisión del gran tsunami de 2004
 
Sin embargo, entre los millones de personas afectadas,
ellos fueron los únicos que no precisaron ni quisieron ayuda
 
 
 
 
 
Rechazaron con arcos y flechas los aviones humanitarios
 
 
 
 
Pero la mayor concentración mundial de estos pueblos aislados está,
en la cuenca del Amazonas, especialmente, del Amazonas brasileño

Según la Funai
(Fundación Nacional del Indio, organismo dependiente del Ministerio de Justicia),
viven hoy, en Brasil, aproximadamente unos 70 de estos pueblos no contactados,
(ya que es imposible contar con precisión lo que nunca se ha visto)  acaso más,
y casi todos ellos en el Amazonas, en lo profundo de sus selvas
 

 
 
 
 Dispersos y diezmados, son invisibles
por ocultos pero también por nómades:
escapan del hombre blanco, de su progreso y de sus pestes
 
 
 
 
No conocen la electricidad, el gas ni la sal
Ninguna vacuna, pero tampoco sus enfermedades
 
 
La ONG Survival publicó el libro
Desheredados
 Indios del Brasil
 
“Había relatos de grupos Pataxó que fueron
deliberadamente infectados con viruela;
de los Tapayúna, que fueron envenenados
con arsénico y veneno para hormigas;
de los hacendados que emborrachaban a los Maxacali
para después matarlos a tiros sin resistencia”
 
En otro pasaje narraba un bombardeo desde una avioneta
sobre la tribu de los Xavante, en 1951, con ropa infectada de sarampión
Para 1956, los Xavante no eran más de veinte
 
Eran aquellos los días dorados de la fiebre del caucho,
cuyas regias matanzas inauguradas en 1920
acabarían con el 90% de la población indígena
del Amazonas occidental, antes de 1963
 
 
En sus páginas se relatan todo tipo de atrocidades
cometidas contra las poblaciones indígenas

Ya en su capítulo final, el informe se concentra
por fin en los pueblos aislados
 
 
 

 
 

 
“el Amazonas ya no es una hábitat tranquilo y seguro
para los pueblos que allí viven hace millares de años”
 
 
 
 
 
 
Y advierte sin vueltas:
“La amenaza de extinción de estos pueblos,
es una posibilidad cada vez más real”




En todas ellas los culpables se repiten
 
 
 
Grandes empresas constructoras, de energía,
bancos, madereras, mineras, petroleras,
latifundistas... una lucha desigual
 
A principios de agosto, la presidenta Dilma Roussef
ordenó por fin el envío del Ejército para enfrenar a los madereros
 
“Sabemos que habrá resistencia,
que allí no hay ocupantes de buena fe,
pero la ley deberá ser cumplida”
José Eduardo Cardozo 
ministro de Justicia


Ocultos y nómades en lo profundo de la selva,
dejan pistas, huellas, claros en el mato, chozas, restos, nada
 
No los vemos, pero ellos miran
Asoman a veces hasta el límite de la civilización,
observan y escapan
Saben
Vuelven a la espesura, y sobreviven
 
 
 


Dispuestos a censarlos, o al menos ubicarlos,
el gobierno de Brasil comenzó en 2008 la exploración aérea
de la cuenca amazónica en busca de tribus aisladas,
para que sigan así. Aisladas
 
Ocultas
 a salvo de la civilización

Un avión R99-B, equipado con un radar capaz
de registrar por calor la presencia humana,
permitió ubicarlos sin invadirlos
 
Con frecuencia, el avión fue repelido con arcos y flechas
Pero el sistema pretende localizar también explotaciones ilegales


Sin embargo, la decisión no fue tomada a partir
de las constantes denuncias contra esas explotaciones y sus sicarios,
sino una vez conocida la actualidad de los piripkura,
una tribu de pronto reducida a sólo dos de sus miembros:
 
Tucan y Mondeí
 
hallados en 2007 por una expedición del Funai
casi perdida en la selva hacia el norte del Mato Grosso

Gracias a ellos pudo saberse algo más de la masacre perpetrada
por hacendados madereros a fines de los años ’70,
acusando a los indios de ocupar sus tierras
 
 
 
 
Eran varias etnias, los Kanoé, los Akuntsú,
los Avá-Canoeiro, los Piripkura
 
Algunas de esas tribus, sus sobrevivientes, escaparon selva adentro,
se ocultaron en cavernas, se alimentaron de murciélagos,
y nunca más se le animaron al día
 
De los piripkura, en cambio,
no se supo nada hasta el hallazgo de Tucam y Mondeí,
un cuarto de siglo más tarde

Entonces, un avión salió a buscarlos a todos y contra todos,
incluso contra los propios indios que no quieren ni verlos
 
Los propios indios que recuerdan

La paz rota hace 500 años no volvió nunca
 
 
 
Invisibles,
 fugitivos más que nómades,
guerreros milenarios,
igual se extinguen
 
 
 
 
 
El hombre blanco quiere las riquezas de sus tierras, y allí va
 
 
Burla o doblega gobiernos, embiste y arrasa
 
Hace 500 años
Nada cambió
 
Más allá de la buena gente
y sus mejores intenciones
 
la historia sigue siendo la misma,
y unos y otros saben cómo termina
 
El progreso no perdona jamás


 
 
 
 
 
 

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