domingo, 15 de septiembre de 2013

Las Leyes de Núremberg: la discriminación y persecución del pueblo judío



 
 
Estas leyes raciales
fueron el comienzo
de la discriminación y persecución
del colectivo judío en Alemania
 
 
 
 
Las Leyes de Núremberg
(Nürnberger Gesetze en alemán) 
 15 de septiembre de 1935
 
 
Fueron una serie de leyes
de carácter racial antisemita 
 
en la Alemania nazi adoptadas por unanimidad en el
 Séptimo Congreso anual del NSDAP (Reichsparteitag)
celebrado en la ciudad de Núremberg, Alemania

Las leyes de Núremberg fueron redactadas
por el jurista y político Wilhelm Frick en su cargo
de Ministro de Interior del Reich (1933-1943),
bajo la anuencia de Adolf Hitler y Julius Streicher como coautor
 
Frick era un reconocido antisemita,
redactó estas leyes que impedían que el colectivo judío
se relacionara racialmente con el pueblo alemán
 
 
 

Dichas leyes no apuntaban a discriminar a la etnia semita
debido a sus creencias religiosas propiamente tales (judaísmo);
sino que tenían relación con la misma comunidad judía y su objetivo central
era evitar implicancias raciales judías con el pueblo alemán
 
Quien se encargó de difundir dichas leyes
fue precisamente Julius Streicher, estrecho colaborador de Hitler,
y su periódico Der Stürmer del cual era propietario,
gracias a esta publicación, Streicher ayudó a concientizar
a las masas alemanas que el judío era una lacra social insertada
en el pueblo alemán y que debía ser extirpada como un tumor cancerígeno,
tal como se explicaba en el libro de Hitler, Mein Kampf
 
 
 
 
 
 

Las leyes definían a un judío
si presentaban las siguientes características:
 

Tener tres abuelos judíos y un abuelo alemán era considerado 100% judío

Tener dos abuelos judíos y dos alemanes era considerado mestizo judio al 50%

Tener un abuelo judío era considerado Mischlinge o mestizo al 25%

Abrazar la religión judía sin ser judío de nacimiento
era considerado judío al 100%
(podían ser pastores católicos, feligreses de sinagogas, etc)
 
Casarse o mantener relaciones extramatrimoniales con una persona judía
era considerado como prohibido y él o la contrayente alemán podía ser
considerado como judío de primer grado, esto estaba penalizado con prisión

Los judíos que se hubieran convertido al cristianismo
(luteranos, católicos o protestantes)
eran considerados judíos de todos modos por su origen
 
 
 
 
 
 


Uno de los dos cuerpos de leyes era conocido como:
 
"Ley para la protección
de la sangre y el honor alemanes"
 
 
Su principal disposición consistía en la prohibición
de toda unión entre alemanes y judíos, ya sea por matrimonio,
cohabitación o relación sexual
 
También prohibía a los judíos contratar
doncellas alemanas menores de 45 años
y enarbolar la bandera del Reich

En las Olimpiadas de 1936, el gobierno alemán impidió
la participación de judíos en las competiciones
aunque fueran destacados en sus especialidades

Se prohibía a los judíos profesionales ejercer sus profesiones
dentro del territorio alemán, también a ejercer el comercio
o el ejercicio de oficios menores
 
Se prohibió a los alemanes tener judíos
dentro de su plantilla de personal contratados
y si los tenían debían ser despedidos sin más trámite
 
Las propiedades judías fueron desvalorizadas
y vendidas a precios irrisorios a los alemanes 
 
 
 
 
El otro cuerpo de ley, conocido como:
 
"Ley de la ciudadanía del Reich"
 
establecía una división entre alemanes y judíos,
al consagrar a los primeros como
"ciudadanos del Reich"
y reducir a los segundos a la categoría de
"nacionales"
sin pertenencia al Reich
 
 
 
 
Los gitanos, los negros y los eslavos
 
también fueron considerados como pueblos
potencialmente dañinos racialmente y considerados como
Untermensch o infra/subhumanos
 
 
 
 
 
 
Una de las primeras consecuencias
de esta concientización colectiva
contra la etnia judía fue en 1938
 
Noche de los cristales rotos
 
Una serie de pogromos y ataques
combinados ocurridos en la
 
Alemania nazi y Austria
 
durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938
y llevado a cabo por las tropas de asalto de las SS
conjuntamente con la población civil,
mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir

 
 Alrededor de 100 ciudadanos judíos fueron asesinados
 
durante los ataques y otros 30 000 fueron detenidos
y posteriormente deportados en masa a los
Campos de concentración
Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau
 
 
 
 
Las casas de la población judía,
así como sus hospitales y sus escuela
fueron saqueadas y destruidas por los atacantes,
demoliéndolas con mazos
 
 
 
 
 




La sinagoga ortodoxa Ohel Jakob (en Múnich)
después del ataque incendiario, 9 de noviembre de 1938 
 
 
 
 
Más de 1000 sinagogas fueron quemadas
(95 solo en Viena)
 
Más de 7.000 tiendas de propiedad de judíos
fueron destruidas o seriamente dañadas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tanto
HORROR 
en la
conciencia humana
 
 
 
Estas situaciones
son el comienzo
de la discriminación y persecución
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
espacio abierto
 
 
 
 
 
 
 

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