sábado, 13 de julio de 2013

Lanata ha contribuido a hundir, la credibilidad del periodismo opositor



Adicciones

Por Gabriel Fernández*


Es indudable:
Jorge Lanata es famoso

Cumplió así un sueño muy propio,
que lo relaciona con firmeza al mundo del espectáculo

Si no fuera por su compulsión,
esto no debería haberlo alejado del periodismo





La fama de los periodistas en televisión abierta suele ser,
les cuento, una dificultad en el trato social de los periodistas
que cumplen su función laboral en medios gráficos y radiales

 Formados para informar y analizar -bien o mal- sobre los episodios de actualidad,
deben entablar este diálogo recurrentemente con familiares y vecinos:

-¿En serio sos periodista?

-Si, hace más de diez años que laburo en esto.

-¿Y cómo es que no te conoce nadie? ¿Porqué no salís en la tele?

-Soy periodista, no bailarín, ni animador, ni cantante, ni actor…


-Suena a excusa para decir que no llegaste a nada en tu carrera...
¡periodista es Lanata que lo conocen todos!


 

Con variantes, esa es la conversación habitual
Hay que estar sólido en el oficio,
con certezas hondas sobre las características del trabajo,
para dejar de lado todo comentario en ese sentido


Más de 10 mil trabajadores de prensa llevan adelante su labor cotidiana,
la tarea para la cual fueron forjados, sin la espectacularidad de la pantalla



 
La fama no es puro cuento:
al igual que el cigarrillo, el sexo, el dinero, la cocaína,
puede ser un placer o una adicción





Y cuando la ansiedad extrema por conseguir
recursos y difusión se torna enfermiza

puede llevar a una absorción indiferenciada de materiales destinados
a sostener un lineamiento editorial prefijado y una repercusión soñada





 



La compulsión por generar un producto de gatillo fácil,
en el cual se vuelquen continuamente acusaciones orientadas
a demostrar que todos los que adscriben al gobierno son ladrones
y que a los morochos no se les puede dar poder porque no saben manejarlo,
conllevó a la elaboración de un programa unilateral, sin análisis y sin autocrítica




 
El que conoce alguna variante del Grupo Clarín,
sabe perfectamente que allí no existe un solo producto periodístico
en el cual se pueda responder, acerca de un tema de actualidad, a las preguntas
Qué, Quién, Cuándo, Cómo, Dónde, Por qué y Para qué

Es decir, no es posible ejercer el oficio en el monopolio:
sólo resulta admisible advenir propagandista

 

 

Lanata es talentoso

Pero ha contribuido a hundir,
rápidamente debido a su adicción,
la credibilidad del periodismo opositor

A limar la comunicación asentada en la falsía
y en el único objetivo de combatir este gobierno
para reponer las políticas que por tres décadas
nos condujeron a una hecatombe económica y social



No está nada mal como primer colofón de un ciclo tan reciente

Todo un éxito


 

En tanto, miles de colegas,
que desarrollan su actividad cuidando cada afirmación,
cotejando cada fuente,
ralentizando la salida al aire de un material para asegurarse
de no estar engañando al público,
sonríen levemente, para sus adentros,
mientras se dicen:

-Y si, es que yo me dedico, en serio, a esto

* Director La Señal Medios – Area Periodística Radio Gráfica








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