martes, 16 de julio de 2013

El otro modelo, algunos lo expresan y otros lo callan o esconden



Hay otro modelo


algunos lo expresan sin prurito
y otros lo callan o esconden


detrás de una estudiada moderación,
a sabiendas de que su exteriorización
tiene consecuencias claras a la hora de decidir el voto

En ese juego de escondidas que proponen algunos,
el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri,
puso –sorprendentemente– un poco de coherencia sobre la mesa



cuando anunció que su candidato
en la Pcia de Bs As es Sergio Massa

con quien tiene un acuerdo político
que incluye candidatos del PRO en la lista bonaerense 



En apenas una frase,
el referente más transparente de la derecha argentina
se cargó sin miramientos una estudiada estrategia electoral
que llevó meses de cuidado armado





rompió así una cobertura mediática
que apalanca mayoritariamente al postulante de Tigre
hasta el punto de presentarlo
como un candidato casi presidencial
con equipo económico y todo 



El jefe del Frente Renovador
sintió el impacto
de semejante revelación pública


Mandó al segundo de la lista y principal vocero del espacio,
Darío Giustozzi, a tomar distancia del PRO
"Pensamos cosas muy distintas"
dijo el intendente de Almirante Brown


puesto a rechazar
el fervoroso respaldo
de Macri por piantavotos





No ha de ser fácil de explicar


cómo una agrupación de intendentes
que se presentan como progresistas
y con una pretendida mirada nacional y popular
es elegido por el faro de los sectores
más recalcitrantes de la derecha


algo se rompió en torno del alcalde porteño
que de pretendido referente de la oposición y adalid de los caceroleros
pasó a gracioso oferente de un respaldo político
rechazado por todos y aceptado por ninguno


 
Algo parecido comienza a verse
en el resto de las figuras de la oposición
que parecen haber comprendido que la dinámica del rechazo cerril
a todas las decisiones de gestión del gobierno nacional

no rinden sus frutos en un electorado que parece dividido en tres tercios,
 uno donde radica el núcleo duro del respaldo al oficialismo,
otro eminentemente opositor y un tercer grupo
que fluctúa aquí o allá según tenga más peso
la situación económica u otro tipo de reclamos
que se asientan en la agenda política


Las expresiones más radicales de antikirchnerismo
quedan reservadas entonces para figuras como
Elisa Carrió, Francisco de Narváez (que insiste con la antinomia "Ella o Vos")
y su socio electoral Hugo Moyano, que realizó
un paro general del gremio de camioneros que,
según reconoció, fue contra la presidenta Cristina Fernández





 Después de diez años de gestión
 



el kirchnerismo tiene para ofrecer en su menú electoral
una lista difícil de empardar
en términos de conquistas o de recuperación de derechos

El punteo de las deudas de estos diez años
no se cuestiona y varios de los temas incluidos
en la nómina forman parte de la campaña




Pero la oferta electoral del oficialismo
se traduce en un bloque homogéneo
La presidenta Cristina Fernández aparece
como la garante del modelo y responsable política
de la construcción detrás de la que se encolumna
un conglomerado de agrupaciones
con objetivos, historia y mirada común



La mandataria dijo también que el kirchnerismo
nunca se había travestido con intenciones electorales


Esa identidad se reafirmó cuando Evo Morales,
fue retenido ilegalmente por la decisión de cuatro naciones europeas
inclinadas ante la presión de Washington


 
Cristina Fernández fue uno de los líderes de la región
que motorizó primero una red de contención para el mandatario boliviano
y luego una reunión de urgencia de presidentes en desagravio a Morales





La reacción de ese construcción de empatías
entre presidentes en defensa de la integridad
del pueblo boliviano y su mandatario
 tiene su correlato necesario en un proyecto regional
que también requiere de definiciones en las urnas


Porque hay otro modelo,
completamente distinto y está ahí disponible
para el que lo quiera votar












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