Entre las obras públicas de Macri destaca la construcción del miedo

Policías de juguete: Como suele suceder con toda operación política de marketing,
tarde o temprano, termina por revelar de una manera brutal el objeto que pretende esconder

“Alud anárquico” e “imperio del caos”, fueron los slogans más escuchados

Tal estrategia comunicacional, debidamente fogoneada por ciertos canales de noticias, hizo que la cobertura
del robo de un celular a una enfermera del Hospital Piñero fuera transmitido durante horas en cadena
Sin hechos delictivos de gran importancia en la semana, la “sensación de inseguridad” estaba al tope

Era nada menos que una nueva variante de la proverbial construcción del miedo a la que son tan afines los cuadros del PRO y sus compañeros de ruta. Ya se sabe que semejante relato sólo se sustenta con la identificación de un enemigo social; éste –en reemplazo circunstancial de piqueteros y adolescentes en riesgo– ahora era la ausencia de policías en colegios, plazas y hospitales. Tal vulnerabilidad era transmitida de modo intermitente por los medios

Lo cierto es que la Metropolitana, una milicia encabezada por ex represores y comisarios eyectados de
sus fuerzas de origen por casos de corrupción, se reveló como una policía barrial, sólo concebida para:
la persecución de ocupas, trapitos y vendedores ambulantes e indigentes

Ya se sabe que antes de salir a la calle, la metropolitana por el famoso caso del espionaje telefónico llevó tras las rejas a su primer jefe

Salpicada por un cúmulo de irregularidades en compra de equipos y bajo investigación por su presunta responsabilidad –junto a la Policía Federal– en los homicidios cometidos durante el desalojo del Parque Indoamericano, la Metropolitana revela su incapacidad operativa hasta para custodiar plazas y hospitales

Lo que se dice, una contribución al caos tan temido

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