martes, 26 de abril de 2011

"Que Ricardito siga en la Calesita"

Los principales operadores de alternativas antikirchneristas tomaron contacto
en Pascuas para llegar a un acuerdo que expresa el total desacuerdo en el que están

A instancias de sus principales consejeros, entre los que se encuentra Enrique Nosiglia,
Ernesto Sanz habría decidido no competir en las internas abiertas de agosto contra Ricardo Alfonsín
“Ernesto se baja, que Ricardito siga solo en la calesita”, graficó la fuente


 


Al desolador escenario opositor
se agregan las encuestas que,
a diario, ven ellos y sus asesores

Todos los sondeos
de opinión pública indican
que no hay ninguna figura capaz
de acercarse a menos de 20 puntos
si las elecciones fueran ahora





Ante la falta de una esperanza blanca del peronismo opositor y de la deserción de Macri con dogma autoritario, sólo quedará Alfonsín “en la calesita”. Curiosamente se trata del único candidato opositor que se cuida mucho
de agredir a la Presidenta. Macri, la semana pasada dijo: “Alfonsín hace más kirchnerismo que Cristina” 
Esto es una señal de alarma para las grandes corporaciones, como Techint y Clarín, que apostaban a tener un escudo en las presidenciales y a colocar algunos candidatos a legisladores que son perros guardianes de sus intereses

También Pino Solanas se convenció de que su postulación en las presidenciales no era más que la escena
de un personaje solitario deambulando en una película que nunca le gustaría filmar y decidió bajar a la ciudad
Cuatro años atrás, Durán Barba logró que Macri ganara votos en las zonas humildes de la Ciudad con esa foto sacada en Villa Soldati junto a una niña villera, ahora, en cambio, quiere atemorizar a la clase media:
su poética publicitaria es que los paraguayos, peruanos y bolivianos son un peligro para Bs As

Macri parece decidido a volver al ruedo electoral porteño pero con un discurso descarnado y nada satírico
en el que el enemigo tiene la piel oscura y que “la invasión de extranjeros es responsabilidad de la Presidenta”

La pelea entre Rodríguez Larreta y Michetti le sirvió a Macri para encontrar un argumento que le permita comunicar su decisión de lanzar su candidatura para la Ciudad. Pero deberá pensar en una estrategia para la segunda vuelta

Y la explicación no es compleja: Macri ya no tiene el 60% que obtuvo en la segunda vuelta de junio de 2007,
porque su mala gestión dejó demasiadas heridas en los electores porteños y su imagen negativa es altísima 


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