La hibridación entre ficción
y realidad reproduce,
desde una operación mediática
la continua frivolización
de tragedias individuales
que se convierten
(sin autorización alguna)
en temáticas centrales
de la vida pública
"la modernidad
como un baile de máscaras"
Octavio Paz
definición del poeta
Un rostro no es un conjunto de una frente,
dos ojos, una nariz y
una boca,
dado que su significación desborda su imagen
Los medios
tienden a abusar
de la utilización de los rostros de las víctimas
En
esa operación las imágenes se resignifican de manera continua,
la
repetición produce el desplazamiento de la identificación
con la persona
a la identificación con el personaje unilateralmente
creado por los
comunicadores
En el espectáculo de la criminalización
los que sufren la
deshumanización son las víctimas
Los estudiosos de la dramaturgia
aseguran
que los actores deben reafirmar su condición de tales
en torno de la relación con el público
Es decir, quien les otorga la legitimidad
para representar
diversos personajes es el espectador
Aquí las
relaciones se tejen desde diferentes sectores
Los medios de
comunicación
construyen una representación
de las víctimas adecuada a la
lógica
del consumo mediático
Como si no hubiese sido suficiente el
trágico destino terrenal,
se resignifica su condición y se las manipula
atendiendo las necesidades de los espectadores
El público, por último,
acepta el desafío y se debate
entre las múltiples explicaciones
esbozadas por los interlocutores de turno
Emmanuel Lévinas
filósofo lituano
Los recurrentes ejemplo
en la prensa argentina
nos permiten pensar que
aquí
ni los muertos están exentos de ellas
Manipulados hacia una
función que nunca quisieron representar,
los medios hegemónicos no
vacilan en atribuirles características,
publicar su privacidad y
transgredir cualquier tipo de intimidad
Familiares, amigos, vecinos,
para todos existe
un papel de reparto
y una caracterización
Las
situaciones se van reproduciendo con la lógica
de una serie que necesita
captar
y sostener la tensión de sus espectadores
La musicalización,
las imágenes,
la producción de lo que antes
era noticia y devino en
escena
contribuyen a transformarla en espectáculo
Los consumidores
reproducen, enfatizan y realizan sus apuestas
Los límites se tornan
difusos,
las fronteras permeables
El show no siempre debe continuar
Los consumidores de los melodramas policiales
adoptan una postura activa en el desarrollo de la trama
El contraste de hipótesis, la identificación de culpables,
la exoneración de inocentes y las profecías sobre la resolución final
aparecen con llamativa celeridad en el discurso del público
como si se tratase de un capítulo de Mentes criminales, CSI o La ley y el orden
El teatro, el cine y la televisión han dejado numerosos ejemplos
de la identificación entre los espectadores y los personajes
La tragedia se intensifica
cuando se recuerda
que aquí no hay actores
El aparentemente simpático entretenimiento
que para muchos radica en disfrazarse
de detectives y resolver el misterio
se realiza a costa del sufrimiento
(real, no representado)
de otros
El show
no siempre debe continuar
Matías Emiliano Casas
Profesor Magister en Historia (Untref, Conicet)
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