Los Medios hegemónicos
y la oposición política
(estos últimos en actitud suicida)
Demostrarán
con denuncias sin basamentos,
con horas de programas radiales y televisivos,
con mares de tintas volcadas diariamente
con hechos mínimos mostrados
como cuestiones de estado,
con demandas que generarán
kilos de expedientes
con shows mediáticos y puestas en escena,
con recortes de declaraciones
que mostrarán que dijo lo que no dijo
No importa
la mentira exige y clama ser
"la portadora exclusiva de la verdad"
Por eso exigirá juicios políticos y renuncias,
con el fundamento de sus deseos
(ante la ausencia de lo real queda la fantasía)
El ritmo se acelera porque
necesita que sus falsedades y mentiras
sean cada vez más grandes
(los escándalos chicos y las heridas pequeñas
ya no conmueven, hay que subir la apuesta)
Así lo que comenzó con una nube
terminará en el diluvio biblíco
"dar de comer a las fieras"
decián en el barrio
La verdad hegemónica
(no importa si es verdad,
solo hay que garantizar que se repita)
está afectando a muchas
personas
A la pérdida del sentido común,
del criterio mínimo de racionalidad,
se le suma el estado de ánimo,
o mejor dicho de desánimo
Que finalmente se traduce,
en impotencia, intolerancia, odio, rencor
y en el mejor de los casos en indiferencia
Esta supuesta propiedad de la verdad,
así como su necesidad de elevarla
al pedestal de la predicción,
destruye la comprensión política de la realidad
y nos aleja de la participación política
como herramienta transformadora
de nuestros deseos
Esa verdad,
que permite a fuerza
del engaño permanente
permite decir hoy que es de izquierda,
y mañana de derecha
Verdad que olvida
los desastres pasados,
que justifica cualquier desatino presente
y que esconde el futuro que se planea
Debemos reflexionar sobre esto
para no caer una y otra vez
en
procesos de intolerancia,
violencia y autoritarismo
Las palabras y los hechos
demuestran que sus afirmaciones,
vertidas y repetidas
como verdades absolutas
son en realidad verdades relativas
El Imperativo de este momento
Tratar de tener el equilibrio necesario,
para no caer en provociones
La verdad esta muy convencida
de sus palabras
y profiere sus afirmaciones como verdad indiscutible
La política como actividad
tiene el objetivo y el desafío en el estar juntos,
por lo tanto se la debe dotar de un espacio tolerante
en el que puedan desplegarse las opiniones dispares
y que, si hay una verdad,
ésta necesariamente surja
sobre el parametro de las opiniones
La opinión dominante
es la que se va a imponer
como consenso o como
marco general
en el que pueden emitirse otras
Y es esto precisamente
lo
que ocurre en democracia
Esta nos exige flexibilidad,
racionalidad en la discusión,
conocimiento de la realidad
y fundamentación en
nuestras opiniones
Mantener un principio
de humilde verdad,
democraticamente
con ella intentar construir
y
resignificar colectivamente
Luis Benzaquen
espacio abierto
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