domingo, 10 de noviembre de 2013

Breccia: No tengo por qué usar la pluma que exige la Biblia del dibujo


 
"Cuando terminaba la jornada
en el matadero iba a mi casa
y dibujaba lo que podía
 
Con esos balbuceos
empecé a buscar trabajo"
 

 
 
Nacido en Montevideo, a los tres años su familia
se mudó a Mataderos, barrio de Buenos Aires
 
Allí, antes de dedicarse al dibujo profesional,
se desempeñó como obrero de la industria de la carne:
 
"Hacía un trabajo muy desagradable, era rasqueteador de tripas"
 
Sin embargo, empezaba a tomarse en serio el trabajo de dibujante
 
 
 
Alberto Breccia
Montevideo, 15 de abril de 1919 
Bs As, 10 de noviembre de 1993
 
Historietista Autodidacta,
 desarrolló toda su obra en la Argentina
uno de los más revolucionarios e influyentes
de la historieta mundial
 
 
.
El primer gran personaje fue 
 Vito Nervio (1945)
 
 
 
EL otro hito
fue el encuentro con Oesterheld:
Sherlock Time (1958)

En este trabajo, Breccia
dio su primer paso a la revolución gráfica
que se desataría en Mort Cinder
para expandirse más adelante
en creaciones aún más
personales y experimentales
 
 
 
y Mort Cinder (1962/64)
 

A partir de allí, en cada trabajo revolucionó
las técnicas del relato historietístico
 
 
 
Ganó el reconocimiento
y los mas importantes premios internacionales
 
Entre otras obras,
El Eternauta (nueva version);
 
 
Los Mitos de Cthulhu, de Lovecraft;
 
 
Buscavidas, con Trillo;
 
los cuatro libros de
Perramus, con Sasturain,
 
 
 
y de su postrera versión de
Informe sobre ciegos, de Sábato
 
 
 
 
Sus trabajos tenián
un altísimo 
nivel de expresividad
 
 
 

El Corazón Delator
 

los textos a veces
eran casi innecesarios

 
 
 "Si para crear un clima especial
tengo que dibujar con un martillo,
voy a hacerlo
 
No tengo por qué usar la pluma
que exige la Biblia del dibujo
 
Yo voy a usar la herramienta
que me haga falta y todo es válido"
 
 Alberto Breccia
 
 

 
 
 
HOMENAJE
 

espacio abierto
 
 

1 comentario:

  1. Después de indagar un poquito nomás en la gigantesca tarea y dimensión de Alberto Breccia, me duele el hígado cuando escucho a Mirta Legrand pontificar cada vez que puede " ... no podrán decir que yo no les he dado mi vida".
    Al menos, no podremos decir que nuestro panorama artístico no es variadísimo. Lástima que a veces, lo que más refulge no es la calidad sino el strass.

    Saludos

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