jueves, 14 de noviembre de 2013

Alarmas: Jaime Duran Barba, los principios éticos, teóricos o morales




¿De qué se alarman
las buenas conciencias
de la sociedad?
 
¿Las declaraciones de
Jaime Duran Barba
sorprenden a gente
autodenominada democrática
y a alguna más que,
sinceramente, lo es?
 
 

 
¿Es la primera vez en la historia argentina
que especímenes de una derecha radical reivindican a otros lejanos,
de otras derechas radicales, quienes, más allá de algunas formas
y de una confesada brutalidad, coinciden con ellos en lo esencial? 
 
 
 
 
Cuando conocidos periodistas, vanidosos como él y,
como él, cínicos y audaces, entrevistaban,
embobados por su éxito, al publicitario en cuestión,
y se mostraban seducidos por su razonamiento frío,
por su discurso realista,
por sus manipulaciones desembozadas,
por su utilitarismo de las conciencias,
por su capacidad de persuasión
 
¿ignoraban el fondo conceptual,
puramente especulativo y sin escrúpulos,
que alentaba la expresión?
 
 
 
 
¿No estaba éste a la vista?

Cuando fue denunciado por el senador Daniel Filmus
por sucias maniobras telefónicas durante
las elecciones de 2011 en la Ciudad Autónoma de Bs As,
con las que manchaba calumniosamente al padre de aquél
(judío, casualmente);
cuando él mismo confesó en escritos
que a veces había llevado a candidatos
al borde de la locura y del suicidio;
cuando se jactó ante cámaras de que su única moral
era la de la obtención del poder
para sus empleadores a cualquier precio,
 
¿qué hicieron, qué pensaron,
cuánto se indignaron
aquellas caritativas almas?
 
 
 
 
Porque el campo de coincidencias
y de afinidades era cada vez mayor;
 
porque sus mecanismos se coaligan
para producir figuras exitosas como esta,
digan lo que digan y piensen como piensen;
 
porque lo propio de la derecha ideológica
aboga por la defensa de los intereses
de un país o de un grupo
 
 
 de acuerdo
con las circunstancias de su entorno,
en lugar de seguir principios éticos,
teóricos o morales

En tal sentido, este es, me parece,
para ellos, sólo un incidente del camino
 
 
 
Ya se olvidará, deben pensar
y con el tiempo se naturalizará
 
Hasta ser mansamente aceptado
por el voto de la mayoría
de nuestra honesta sociedad porteña

 
 
 
Mario Goloboff

Escritor, docente universitario
 
 
 








 

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