domingo, 17 de noviembre de 2013

A. Zaiat: Mariachi, burguesía y el Estado. Telecom la oportunidad perdida



El traspaso del control
de Telecom de los italianos
 
a manos de un financista extranjero,
más allá de si Martínez
es más o menos amigo del Gobierno,
 
es la muestra de la existencia
de una burguesía nacional fallida
 
 
Claro ejemplo del condicionamiento
para cualquier política económica de desarrollo e inclusión social
 
También refleja un Estado
que por un lado no ha podido
orientarla-exigirle un mayor compromiso inversor,
para desviarla de su rasgo rentista
y fugadora serial de capitales
 
 
 
 
Y por otro, que no ha avanzado
en regulaciones para preservar actividades estratégicas,
como las telecomunicaciones, para el capital nacional
 
Y si éste no tiene interés en ocupar ese lugar,
generar las condiciones regulatorias y de legitimidad social
para que el Estado pueda tener un papel directo relevante,
como el que hoy tiene en el rubro energético con YPF
 
 
Arsat
 
El Estado ya destinó 2600 millones de dólares
en el tendido de una red de fibra óptica en todo el país,
que aún falta completar y no está funcionando
 
Esa red es parte del diseño de una amplia política de telecomunicaciones
que hará eje en la provisión de conectividad a través de fibra óptica,
la utilización de las frecuencias 3G para brindar servicios de telefonía celular,
la bajada de contenidos para la televisión digital abierta y la gestión
y la puesta en órbita de satélites de comunicaciones
 
La compañía estatal Arsat
es el centro de gravedad de esa estrategia
 



La compra del 22,6 por ciento del paquete accionario
del control de Telecom por el financista mexicano residente
en Nueva York David Martínez revela tres cosas
 
1) existe interés de inversores extranjeros en Argentina
pese a lo que afirman nostálgicos de las crisis y el ajuste
 
2) el gran empresariado nacional sigue ausente
como sujeto económico dinámico del capitalismo local
 
3) si bien la Anses es accionista pasivo al poseer el 25 por ciento
del capital de esa telefónica, el Gobierno dejó pasar la oportunidad
de que el Estado ingrese en forma inmediata
como operador directo en un sector estratégico
del desarrollo mientras maduran las inversiones de Arsat




 
Telecom hubiese podido ser una pieza relevante
en esa política de planificación e intervención estatal
en el estratégico mercado de las telecomunicaciones
 
 

Alfredo Zaiat





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