La justicia condenó a prisión perpetua
a
ocho ex militares implicados
en la Masacre de Margarita Belén
“Dos tiros es una cosa, pero estos cuerpos estaban destrozados”
Se trata de las testimoniales de dos ex soldados conscriptos que
manifestaron,
entre otras cuestiones, que los vehículos que participaron
del supuesto enfrentamiento
que protagonizó el ejército con un grupo de
guerrilleros a la vera de la ruta
el 13 de diciembre de 1976 no
sufrieron ningún tipo de daño en la carrocería,
algo poco usual en un
tiroteo
Justamente la teoría de la refriega entre dos bandos
es la
estrategia principal de los genocidas
para justificar lo que fue un
claro fusilamiento de 15 detenidos
(así lo establece esta causa, aunque
se estima en 22 los muertos)
y que en su mayoría se encontraban
moribundos
tras sufrir terribles sesiones de torturas antes de realizar
ese viaje fatal
La alevosía con que se mató a los detenidos políticos marca la incompatibilidad
con un enfrentamiento
“Uno o dos tiros es una cosa, pero estos cuerpos
estaban destrozados”
graficó uno de los soldados
Alfredo Pegoraro
era soldado en 1976 y cumplía funciones de chofer del Ejército
A fojas
4905/4909, obra la declaración testimonial de Pegoraro
Ante la consulta
sobre qué sabía con respecto a lo ocurrido aquella sangrienta madrugada
dijo que ese hecho lo realizaron los oficiales y que ellos no
participaron en nada de eso,
que se comentaba entre los soldados que
estaban ahí
en el parque automotor en la Batería B, que ese hecho
“era
una masacre”
Memoria - Verdad - Justicia
espacio abierto
.
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