La presidenta amenazó con el veto
si los senadores dan luz verde
a los
cambios que debilitan la protección de los bosques
y conceden una
amnistía a los responsables
de deforestaciones ilegales realizadas hasta
2008
Dilma Rousseff sufrió la primera derrota en el Parlamento
La propuesta aprobada concede amnistía a todas las deforestaciones ilegales
realizadas hasta julio de 2008, y le quita al gobierno federal el poder exclusivo
para definir las actividades de agroganadería que pueden ser desarrolladas
en las llamadas Áreas de Preservación Permanente (APP)
La votación del Código Forestal dejó evidente el
poderío de la llamada “bancada ruralista”,
que lucha por quitar los
frenos a la expansión de la actividad agropecuaria
–básicamente para
ampliar el cultivo de soja–,
que se produce a expensas de los bosques
Según Greenpeace, el proyecto aprobado por los diputados
“incentiva la
expansión sobre lo que va quedando de los bosques nativos,
al reducir
las exigencias para que las haciendas mantengan un porcentaje de sus
terrenos
con la cobertura vegetal originaria y al debilitar la capacidad
de gestión del Estado sobre el patrimonio ambiental brasileño”
.
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