jueves, 26 de mayo de 2011

Dilma Rousseff frente a el poderío de la llamada “bancada ruralista”

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La presidenta amenazó con el veto
si los senadores dan luz verde
a los cambios que debilitan la protección de los bosques
y conceden una amnistía a los responsables
de deforestaciones ilegales realizadas hasta 2008

Dilma Rousseff sufrió la primera derrota en el Parlamento




La propuesta aprobada concede amnistía a todas las deforestaciones ilegales
 realizadas hasta julio de 2008, y le quita al gobierno federal el poder exclusivo 
para definir las actividades de agroganadería que pueden ser desarrolladas
 en las llamadas Áreas de Preservación Permanente (APP) 
 
 
La votación del Código Forestal dejó evidente el poderío de la llamada “bancada ruralista”,
que lucha por quitar los frenos a la expansión de la actividad agropecuaria
–básicamente para ampliar el cultivo de soja–,
que se produce a expensas de los bosques

Según Greenpeace, el proyecto aprobado por los diputados
“incentiva la expansión sobre lo que va quedando de los bosques nativos,
al reducir las exigencias para que las haciendas mantengan un porcentaje de sus terrenos
con la cobertura vegetal originaria y al debilitar la capacidad
 de gestión del Estado sobre el patrimonio ambiental brasileño”



 
 
 
 
 
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