domingo, 17 de julio de 2011

Filmus:el equilibrio entre lo difícil y lo imprescindible

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Daniel Filmus encarna muchas virtudes

Pero quizá la más destacable, casi al mismo nivel que la perseverancia,

sea su autenticidad:

Filmus, el candidato, quiere parecerse
en todo momento a la persona que es

La biblioteca del márketing político
se divide en tres cuando analiza esta vocación de un candidato
por ser y parecer lo mismo




Están los que la aplauden,
porque comunicar esta convicción es en sí mismo un mensaje político
de coherencia que los votantes saben valorar;

están los que suponen que si el candidato es bueno,
hay además herramientas de la publicidad
que pueden ayudarlo a mostrarlo aún mejor;

y están los que creen que un candidato
no es otra cosa que una mercancía en oferta,
a la que hay que dotarla del packaging necesario
para que sea consumida una tarde de domingo




Está última opción es la que eligió Durán Barba
para disimular las virtudes que Macri no tiene

Convencido de que la sociedad, en su gran mayoría,
no entiende la política como una batalla ideológica trascendente,
sino como un banal paseo de compras con opciones más o menos coloridas

Filmus y su equipo de campaña, hasta ahora,
se encuadraron en la primera de las opciones

"No me voy a macrizar"

Acostumbrados como estamos a que lo determinante
sea el éxito a cualquier costo,
sin duda la autenticidad de Filmus es un buen piso
para reconciliar a la política con la verdad, después de tanta charlatanería

Pero pensar, a su vez, que a la verdad
hay que ayudarla a ganar una elección,
no implica caer en la herejía del pragmatismo

El comando electoral kirchnerista, por estas horas, atraviesa una prueba de fuego




Tienen al mejor candidato, al más auténtico y al mejor preparado

La clave del ballottage es acertar el modo y las herramientas
para comunicárselo al 53% de los votantes
que no se decidieron por Macri en primera vuelta,
y casi al 30% del padrón que ni siquiera se dio una vuelta
por la mesa de votación la tarde del 10 de julio

Decirlo es fácil
Hacerlo, no

Ser escrupuloso y desprejuiciado, audaz y coherente,
todo junto y a la vez, en busca de la porción del electorado porteño
que quiera equilibrar la tan inesperada como peligrosa suma del poder público
que obtuvo la derecha macrista en las urnas
es un desafío entre lo muy difícil y lo imprescindible

Así de complicado y así de necesario




 
 
 
 
 
 
 
 

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