Daniel Filmus encarna muchas virtudes
Pero quizá la más destacable,
casi al mismo nivel que la perseverancia,
sea su autenticidad:
Filmus,
el candidato, quiere parecerse
en todo momento a la persona que es
La
biblioteca del márketing político
se divide en tres cuando analiza esta
vocación de un candidato
por ser y parecer lo mismo
Están los que la
aplauden,
porque comunicar esta convicción es en sí mismo un mensaje
político
de coherencia que los votantes saben valorar;
están los que
suponen que si el candidato es bueno,
hay además herramientas de la
publicidad
que pueden ayudarlo a mostrarlo aún mejor;
y están los que
creen que un candidato
no es otra cosa que una mercancía en oferta,
a la
que hay que dotarla del packaging necesario
para que sea consumida una
tarde de domingo
Está última opción es la que eligió Durán Barba
para disimular las
virtudes que Macri no tiene
Convencido de que la sociedad, en su gran
mayoría,
no entiende la política como una batalla ideológica
trascendente,
sino como un banal paseo de compras con opciones más o
menos coloridas
Filmus y su equipo de campaña, hasta ahora,
se
encuadraron en la primera de las opciones
"No me voy a macrizar"
Acostumbrados como
estamos a que lo determinante
sea el éxito a cualquier costo,
sin duda
la autenticidad de Filmus es un buen piso
para reconciliar a la política
con la verdad, después de tanta charlatanería
Pero pensar, a su vez, que a la verdad
Pero pensar, a su vez, que a la verdad
hay que ayudarla a ganar una
elección,
no implica caer en la herejía del pragmatismo
El comando
electoral kirchnerista, por estas horas, atraviesa una prueba de fuego
Tienen al mejor candidato, al más auténtico y al mejor preparado
La
clave del ballottage es acertar el modo y las herramientas
para
comunicárselo al 53% de los votantes
que no se decidieron por Macri en
primera vuelta,
y casi al 30% del padrón que ni siquiera se dio una
vuelta
por la mesa de votación la tarde del 10 de julio
Decirlo es fácil
Decirlo es fácil
Hacerlo, no
Ser escrupuloso y desprejuiciado, audaz y
coherente,
todo junto y a la vez, en busca de la porción del electorado
porteño
que quiera equilibrar la tan inesperada como peligrosa suma del
poder público
que obtuvo la derecha macrista en las urnas
es un desafío
entre lo muy difícil y lo imprescindible
Así de complicado y así de
necesario
.
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