El hallazgo de documentación original
de la dictadura en el Edificio Cóndor,
y su entrega por parte del jefe
del Estado Mayor de la Fuerza Aérea
al ministro de Defensa Agustín Rossi
es un hecho con múltiples significados
Por un lado, el tremendo valor histórico que,
justo cuando estamos por cumplir 30 años de democracia,
viene a confirmar verdades conocidas
pero que por primera vez se ven plasmadas en el papel,
con las firmas de sus protagonistas
Por otro, la eficacia probatoria
que los tribunales deberán evaluar:
ahí están, desde
septiembre del '76 y hasta diciembre del '77,
las 13 actas que se dedicaron al caso
Papel Prensa y a los secuestros y torturas
que sufrieron los miembros del Grupo Graiver
Y las que se refieren a otros despojos:
Aluar, Austral, la Ítalo, frigoríficos, etcétera
Y hay más:
la colaboración de grupos civiles
como ADEBA,
la censura y proscripción a intelectuales,
artistas, comunicadores
Pero cabe rescatar, como lo hizo Rossi,
dos cuestiones centrales:
la colaboración de un jefe militar,
que por más que no sea otra cosa
que el cumplimiento de un deber,
es bienvenida como gesto
hasta ahora inédito que, esperamos,
augura tiempos mejores
Y finalmente, la esperanza de encontrar
en algún otro sitio alejado de los archivos oficiales
tantas veces explorados, datos que esclarezcan
la noche más terrible de nuestra historia
Luis Alén
No hay comentarios:
Publicar un comentario