El 1 de abril de 2009, al día siguiente de la
muerte del ex presidente Raúl Alfonsín, el diario Crítica
de la
Argentina publicó en su primera página una fotografía del dirigente
radical de espaldas, solo, caminando con las manos cruzadas atrás en una
zona arbolada
Era una imagen trucada
En realidad había sido tomada en mayo de 1989 en los jardines de la
residencia presidencial de Olivos por el veterano fotógrafo Víctor
Bugge, actualmente con más de tres décadas de trabajar en la Casa
Rosada. En la foto original –que erróneamente siempre se consideró como
registro gráfico del Pacto de Olivos
de 1993– Alfonsín estaba acompañado
por Carlos Menem
En aquel momento los dos negociaban el traspaso adelantado del mando presidencial. Pero en la foto que salió 16 años después en la portada de Crítica, el riojano fue eliminado con trabajo de Photoshop
En aquel momento los dos negociaban el traspaso adelantado del mando presidencial. Pero en la foto que salió 16 años después en la portada de Crítica, el riojano fue eliminado con trabajo de Photoshop
Para Jorge Fontevecchia, director de Perfil, ambas fotografías tienen el mismo sentido (?)
La Asociación de Reporteros Gráficos de la
Republica Argentina (ARGDRA) denunció al diario por considerar que se
violaron los derechos de autor ya que la foto “fue intervenida alterando
su contenido en desmedro de una imagen (la original) que es parte de
nuestra memoria social y que remite al final del gobierno de Alfonsín”
“Es un delito, previsto y tipificado en la ley 11.723 de derechos de autor. Víctor Bugge es, justamente,
“Es un delito, previsto y tipificado en la ley 11.723 de derechos de autor. Víctor Bugge es, justamente,
el autor de la fotografía y titular de sus
derechos, y por lo tanto, la única persona que puede autorizar
la
modificación de la imagen”, explicó ARGDRA
Al día siguiente Crítica publicó una entrevista a Bugge, en la que el fotógrafo le ponía paños fríos a la cuestión y declaraba: “A lo sumo podrían haber aclarado la autoría de la foto y que es un recorte de un original. Pero eso es todo”
Al día siguiente Crítica publicó una entrevista a Bugge, en la que el fotógrafo le ponía paños fríos a la cuestión y declaraba: “A lo sumo podrían haber aclarado la autoría de la foto y que es un recorte de un original. Pero eso es todo”
El 10 de abril de 2009, el diario Clarín se refirió al asunto y fue
menos contemporizador que el propio interesado: “La adulteración de
fotos es una práctica denostada en general, pero a la vez relativamente
habitual. Fue muy utilizada por regímenes totalitarios para exaltar la
figura de los gobernantes exhibiéndoles de la mejor forma”
Dos días más tarde, terció el director de Perfil, Jorge Fontevecchia, y fue particularmente duro con el diario fundado por Roberto Noble: “El tema de esta fotografía no justifica la dimensión que le dio Clarín: el error de Crítica fue no haber aclarado que se había sacado a Menem de la toma, pero es evidente que su intención no era engañar porque la fotografía elegida es tan recordada que no quedaban dudas (...?)
Dos días más tarde, terció el director de Perfil, Jorge Fontevecchia, y fue particularmente duro con el diario fundado por Roberto Noble: “El tema de esta fotografía no justifica la dimensión que le dio Clarín: el error de Crítica fue no haber aclarado que se había sacado a Menem de la toma, pero es evidente que su intención no era engañar porque la fotografía elegida es tan recordada que no quedaban dudas (...?)
de que se
trataba de una fotoilustración”
que no quedaban dudas (...?) de que se trataba de una fotoilustración”
que cierto sector bien informado, pueda tener memoria fotográfica de una imagen, no significa que
el conjunto de la población lo tenga, por lo tanto su excusa es una falacia total montada sobre un manipulado preconcepto erróneo
espacio abierto
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